Cuantos de nosotros, nos hemos sentido emocionados, ansiosos, nerviosos... y muchos sentimientos más, que llegan cuando conocemos a nuestro primer amor o más bien cuando nos enamoramos
por primera vez.
En ese momento, que posiblemente eramos simplemente unos niños que experimentábamos esos nuevo sentimientos que son el amor y atracción por otra persona del sexo opuesto. Que lindos esos días...
Guardábamos cada cosa que nos regalaban, cada cosa que nos hacia pensar en esa persona, y hasta anotábamos o posiblemente, anotamos (tal ves seguimos haciendolo), la fecha cuando fué nuestro primer beso, nuestra primera cita... y cosas como esas.
Pero..., que rápido se nos olvida el encuentro con nuestro verdadero amor: Dios.
Lo más seguro que ni siquiera anotamos ese gran día cuando lo conocimos...
Pero la verdad es que, como El es el amor, El nos sigue amando independientemente no seamos tan detallistas con El, como lo somos con algunas otras cosas.
Dios, está a nuestro lado aunque no lo sintamos, no lo podamos ver, o escuchar, El va a nuestro paso.... imaginate tú, si nosotros fuéramos al paso de El.... jajaja no pudiéramos...
En definitiva, Dios es nuestro único y primer amor... el que nunca nos deja solos, el que no nos pone condiciones... el mejor de los amores.
